Sobre los colores de la bandera
Supongo que era de esperarse el nivel de polémica que se desató en Guatemala con respecto al desfile del Orgullo LGBTIQ+. Considerando que vivimos en un país extremadamente conservador y terriblemente ofensivo, es difícil el hecho de que se normalicen tanto los discursos de odio.
Me cansé, juro que me cansé de notar tantas mentes cerradas en mi inicio de Facebook; de personas que buscan justificarse con argumentos aun más ofensivos que el inicial; de chistes muy mal intencionados o burlas innecesarias. Es pesado y bastante temible lo que internet nos permite hacer y, supongo que me cansé de pelear en redes sociales y decidí expresarme con mayor libertad aquí.
El desfile del pride se llevó acabo con bastante entusiasmo. Incluso a pesar de los negativos deseos de quienes se sienten superiores a las minorías, el día estuvo completamente a favor del orgullo al grado de que el cielo nos regaló un arcoíris natural. Un arcoíris que no pueden quemar, romper o satanizar. Un arcoíris del que hasta el más mente cerrada no puede quejarse. Sin embargo, estas personas tienen práctica y encontraron el punto justo del cuál quejarse: los colores del arcoíris suplantando el celeste de la Bandera Nacional de Guatemala. ¡Un escándalo!
Realmente me sorprende todo lo que las personas otorgan a un objeto, cuánto se ofenden por un pedazo de tela pintado. Porque eso es. En una manera fría de verlo, es una tela cualquiera. Pero bueno, esa tela le puede venir a costar a una persona entre 3 y 5 años de prisión por alterarla y “no respetarla". Es que es inimaginable cómo es que las leyes prefieren resguardar el orgullo de un objeto en lugar de proteger integralmente a mujeres, pueblos indígenas, diversidad sexual, entre otro sinfín de necesidades del país. Un Estado completamente egoísta que se escuda del patriotismo para dividir, excluir y discriminar.
Es que he tenido que leer una gran cantidad de publicaciones en las que se defienden diciendo “es que piden respeto y no lo dan, luego se preguntan por qué no los respetan". Y yo me pregunto, ¿realmente están comparando la condición de un objeto con la integridad física de una persona? Qué pena que un objeto valga más que mi seguridad, mi bienestar, mis derechos como set humano y ciudadano de este país…
Es que lo toman como un atentado contra el país, como si de alguna forma ustedes sintieran lo que su tan aclamada bandera siempre, como si sus cuerpos hubiesen sido los que pintaron de colores, como si pintar una tela les hubiese causado alguna forma de daño directo. ¡Pero no es así!
Atentar contra el país sería, por ejemplo, que un miembro de la comunidad LGBTIQ+, como forma de imposición, decidiera venir y asesinar a cuanto heterosexual se le colocara en frente o a cualquier contrario a sus ideas, agrediendo de forma masiva. Pero es que hay que prestar tantita atención al mundo para darse cuenta de que esta situación hipotética sí sucede, pero al revés. El atentado en Orlando, los crímenes de odio, el daño físico por vestirse como se desea, el acoso sexual a mujeres lesbianas. Es incontable y aterradora la violencia que estas personas sufren diariamente. Ciudadanos que CONFORMAN EL ESTADO. ¿Y eso no es un atentado? ¿Eso no es transgreder leyes morales? Vaya, cuánta hipocresía. En Guatemala han asesinado a personas por sus preferencias sexuales y en sus cuerpos se han encontrado mensajes de odio, ¿y qué se lee en los comentarios? Personas que se regodean de estas muertes tan trágicas y que lo adjudican al “pecado". Pero no, es que para eso estamos ciegos. Sin alejarnos mucho, el mismo día del desfile la Policía Nacional Civil atentó en una de las fiestas cerradas que se llevaron a cabo, lanzando bombas lacrimógenas a los presentes. Sin razón alguna.
Es preocupante. Bastante preocupante cuán divididos estamos como para hacer declaraciones de ellos vs. nosotros. ¿No es que todos somos personas? ¿No se supone que el Estado debería garantizarnos la vida a TODOS? No es solo que en el país hay problemas más graves que los cambios a una bandera, es que las personas son realmente ciegas en cuanto a la represión diaria que se vive por ser distinto pero prefieren de defender su tan aclamada bandera que luego levantarán un 15 de septiembre sin saber que la verdadera independencia no existe y seguimos siendo oprimidos y controlados.
Está bien, y si a simbolismos nos dirigimos y quieren salvaguardar lo que “representa la bandera", es importante establecer que en el desfile también representó algo que la mayoría parece no comprender: que Guatemala es diversa. Todos somos distintos y no se puede negar el hecho de que a tanta gente se le prohíbe amar y vivir como lo desean. Esos colores representan voz, fuerza, esperanza y la inspiración a ser quien realmente se es. Pero es que un privilegiado no se va a dar cuenta de lo importante que es la representación y la motivación a creer que se puede lograr tener cambios y un espacio. Pero bien, los ignorantes de su entorno prefieren creer que su patriotismo les vuelve mejores personas. Pero la lucha no descansa y quienes creemos en el cambio, en la equidad y en el amor, resistimos.